domingo, 27 de abril de 2014

Mi Semana Santa en Viena (VIII) - Cafe central

Viena (VII) - Gustav Klimt y Oskar Kokoschka, pincha aqui
Von Ferstel, Heinrich Frh.

Nacionalidad: Austria
Viena 7-7-1828 - Viena 17-7-1883 
Arquitecto

Inició sus estudios en Viena y entre 1851-53 trabajó en el estudio de arquitectura de su tío F. Stache. En 1855 gana el concurso para la realización de la Votivkirche de Viena, trabajos que continuarán hasta 1879. Von Ferstel se convertirá en uno de los arquitectos más importantes de su tiempo, construyendo, entre otras obras, edificios bancarios y de la Bolsa en Viena (1860), el Museo de Artes Industriales de Viena (1871), la Facultad de Químicas de la Universidad de Viena (1872), la Escuela de Artes Aplicadas (1877), el edificio de la aseguradora Lloyd en Trieste (1883), una villa en el Bosque de Reichenau (1872) y el palacio Erzhzg. Ludwig Víctor de Viena (1869). Sus obras se caracterizan por retomar los estilos historicistas, dominando las formas neorrenacentistas. Sus construcciones representan un modelo típico de la arquitectura austriaca del Imperio. A partir de 1866 Von Ferstel impartirá clases en la Polytechnikum.

Votivkirche de Viena
Comentario
Esta iglesia está situada en Rooseveltplatz, lugar donde un sastre intentó asesinar al emperador Francisco José, en febrero de 1853. Fue levantada gracias a una colecta y el arquitecto encargado fue Heinrich von Ferstel, quien comenzó las obras en 1856, no siendo consagrada hasta 1879. 

Desde el punto de vista decorativo llaman la atención los hermosos chapiteles de filigrana y la aguja. Muchas de las capillas de la iglesia están consagradas a regimientos y héroes militares austriacos. El monumento más importante es el sarcófago renacentista de Nikla Salm, situado en la capilla oeste de la nave norte. Salm mandó las tropas austriacas durante el asedio turco de 1529.

El Café Central 
Es una conocida cafetería de la ciudad de Viena. Se encuentra en el distrito número 1 de la capital austriaca, en el 14 de la calle Herrengasse, un edificio neorrenacentista que en la actualidad recibe el nombre de Palais Ferstel en honor a su arquitecto, Heinrich von Ferstel.

El café abrió sus puertas en 1860. A finales del siglo XIX se convirtió en uno de los puntos de encuentro más importantes de la intelectualidad vienesa, en parte gracias al cierre y derribo del Café Griensteidl. Algunos de los clientes habituales del Central fueron, entre otros, Peter Altenberg, Egon Friedell, Hugo von Hofmannsthal, Anton Kuh, Alfred Adler, Sigmund Freud, Adolf Loos (quien diseñó el interior del Café Museum), Leo Perutz y Alfred Polgar. Hasta 1938, el Café Central recibía también el nombre jocoso de "universidad del ajedrez", pues era frecuentado por muchos aficionados a este juego.
Según una conocida anécdota, el político austriaco Heinrich Clam-Martinic, al ser preguntado por la posibilidad de que estallase la revolución en Rusia, afirmó: "¿Y quién se supone que va a hacer la revolución? ¿Quizá el Sr. Bronstein desde el Café Central?" Clam-Martinic se refería a León Trotsky, cuyo apellido real era Bronstein; Trotsky vivió en Viena como emigrante desde octubre de 1907 hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial y era un asiduo del Central, donde solía jugar al ajedrez.
El escritor Alfred Polgar escribió en su "Teoría del Café Central" lo siguiente: "El Central no es una cafetería como el resto de las cafeterías, sino una forma de ver el mundo (...) Sus habitantes son en su mayor parte gente cuyo odio por sus semejantes es tan intenso como su deseo de estar con otras personas que a su vez también quieren estar solas pero necesitan compañía. Los clientes del Central se aman y menosprecian mutuamente (...) A algunos autores les sucede que cuando están en el Central no se les ocurre nada. Fuera de él, mucho menos todavía."

El Café Central cerró tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. En 1975, año europeo de protección del patrimonio artístico, se renovó el Palais Ferstel y el Central volvió a abrir. No lo hizo en el patio interior del palacete, donde estaba antiguamente, sino en la antigua zona de ventanillas de un banco. En 1986 se volvieron a renovar lujosamente las distintas salas.
Hoy día, el Café Central es por un lado una atracción turística y por otro una cafetería burguesa que vive de la reputación de su pasado literario.





Situado frente al Freyung, se levanta un palacio de estilo italiano al que se conoce como Palais Ferstel. Fue levantado en 1860 y toma su nombre del arquitecto que lo diseñó, Heinrich von Ferstel. Una vez se entra en él, se accede al Pasaje Freyung, con el techo acristalado y lleno de tiendas elegantes. 





Fecha: 1883 - Universidad (Viena)

Mi Semana Santa en Viena (VII) - Gustav Klimt y Oskar Kokoschka - Alma Mahler

Viena (V) - El Palacio Imperial de Hofburg y El Museo de Historia del Arte de Viena (Kunsthistorisches Museum), pincha aqui
Gustav Klimt
Gustav Klimt (Baumgarten, 14 de julio de 1862 – Alsergrund, 6 de febrero de 1918) fue un pintor simbolista austríaco, y uno de los más conspicuos representantes del movimiento modernista de la secesión vienesa. Klimt pintó lienzos y murales con un estilo personal muy ornamentado, que también manifestó a través de objetos de artesanía, como los que se encuentran reunidos en la Galería de la Secesión vienesa. Intelectualmente afín a cierto ideario romántico, Klimt encontró en el desnudo femenino una de sus más recurrentes fuentes de inspiración. Sus obras están dotadas de una intensa energía sensual, reflejada con especial claridad en sus numerosos apuntes y esbozos a lápiz, en cierto modo herederos de la tradición de dibujos eróticos de Rodin e Ingres. Klimt se convirtió en un personaje muy notable en la alta sociedad vienesa, y estuvo relacionado de un modo u otro con los más notables círculos intelectuales del momento, en una época en la que Viena estaba dejando de ser la capital mundial del arte.

Quien quiera saber algo de mí debe observar atentamente mis cuadros y tratar de ver en ellos lo que soy y lo que quiero hacer”
En 1897, Klimt se convierte en presidente y miembro fundador de la Wiener Sezession, grupo de artistas que surge como alternativa independiente a la Academia de Viena, entre cuyos miembros se encuentran pintores naturalistas, realistas y simbolistas. Entre sus objetivos se cuentan la promoción de jóvenes artistas, la exhibición de obras extranjeras y la publicación de una revista en la que mostrar las obras de los miembros del movimiento. A diferencia de la mayoría de los grupos de vanguardia de la época, la Secesión nunca redacta un manifiesto y toma a Palas Atenea, la diosa griega de la sabiduría y la justicia, como su símbolo. Si bien sus obras son generalmente detestadas por el público, recibe cierto apoyo institucional, que se materializa en la construcción de una sala de exposiciones propia en un solar cedido por las autoridades. Klimt permanece como miembro de la Secesión hasta 1908.

Medicina, Filosofía y Jurisprudencia, los tres lienzos más geniales y controvertidos de Klimt. Actualmente sólo se conservan estas fotografías
A finales de siglo, comienza tres pinturas encargadas para decorar el techo del Aula Magna de la Universidad de Viena, Filosofía, Medicina y Jurisprudencia. Adoptando las formas clásicas de la alegoría y el simbolismo, Klimt las transforma con su lenguaje plástico, abiertamente sexual y provocativo. Dura y ampliamente criticadas, estas pinturas no llegan a instalarse y desde ese momento, el artista no vuelve a aceptar encargos públicos.

Su estilo se define totalmente en 1899, cuando pinta su Nuda Veritas, un provocador desnudo frontal femenino que desafía a sus críticos más conservadores.


Con motivo de la XIV exposición del movimiento secesionista, Klimt finaliza en 1902 el Friso de Beethoven, homenaje al compositor alemán. Al año siguiente, Klimt visita Florencia, Venecia y Rávena, donde descubre los mosaicos bizantinos que posteriormente marcarán su producción pictórica. Es en este punto donde comienza su madurez como artista.



Después de aquello, con la excepción del Friso de Beethoven, no volvió a acometer obras tan ambiciosas desde el punto de vista compositivo. El friso fue concebido en medio de la polémica de la facultad pero emana equilibrio y respira libertad creativa. En principio iba a ser una pieza efímera, así que Klimt empleó toda su imaginación sin preocuparse de la conservación posterior. Mezcló pigmentos con piedras translúcidas, materiales propios de la decoración e incluso marcó algunos detalles con lápices de colores. Parte de las paredes laterales muestran el estuco blanco vacío, con la excepción de las figuras femeninas que flotan, etéreas, en búsqueda de la salvación. Y la sección central, con el gigantesco Tifeo y sus hijas -a la vez demacradas y seductoras- es una explosión caricaturesca, un festín malvado para los ojos.

Un banquete tan intenso que atragantó el gusto de los críticos, que vieron un acto blasfemo contra el mismo Beethoven. De nuevo volvieron las mofas y el escarnio. “Son las mujeres más desagradables que he visto nunca“, bramaba un periodista local, afirmando que el objetivo del artista era provocar la ira del espectador. Aquello fue la puntilla en el ego de Klimt.

Esto no quiere decir que las críticas le movieran a dejar de explorar los rincones oscuros del alma. Aquel Klimt no se perdió, simplemente se volvió más privado e introspectivo. En La muerte y la vida, una figura cadavérica blande el garrote del olvido ante una masa retorcida de cuerpos enajenados, y sus Tres edades de la mujer proyecta el desasosiego de la vejez junto a una chica joven que abraza a una recién nacida (por cierto, los vendedores de reproducciones y pósters, en un alarde de revisionismo kitsch, se empeñan en dejar a la anciana fuera del cuadro).


Son obras más luminosas, coloristas, con la carga decorativa de sus patrones geométricos. El soplo de elegancia art nouveau atrae las pupilas juguetonamente hacia ese subconsciente poderoso que Freud había descubierto a la sociedad vienesa. Cuadros bizarros y voluptuosos como El pez dorado (que Klimt dedicó con sorna a los críticos), Esperanza I (una huesuda mujer embarazada) o La Novia (con un pubis abierto en primer plano) seguramente pillaron a contrapié a más de un incauto admirador de ilustradores de cajas de galletas y carteles de ópera. Egon Schiele, amigo personal y protegido de Klimt, llevaría mas allá esta expresión sexual del inconsciente desatando sus propios demonios.

Mujer echada (1916) inacabado
El otro gran logro de Klimt fue el de servir de figura paternal y guía de los secesionistas. Su relación con Josef Hoffman, Kolo Moser y Carl Moll ha dejado la ciudad traspasada de “arte total”. Hoffman y Moser en particular diseñaron objetos y mobiliario artesanal que recuerdan a la producción industrial posterior de la Bauhaus. Y los edificios de Otto Wagner y Adolf Loos proclaman la elegancia racionalista que impregnaba ya los inicios del siglo XX.

Todos los amigos de Klimt y Hoffman, judíos en su mayoría, apoyaron el movimiento y recibieron a cambio algunas de las obras más destacadas del período. El Abrazo, por ejemplo, fue un premio de consolación creado por Klimt para el matrimonio Stocklet, que se encaprichó de El Beso y no pudo adquirirlo en su momento. Muchas de estas obras fueron confiscadas por los nazis y llevaron una vida ajetreada hasta sus restitución.

Esperanza I
Tres cuadros en concreto salieron de Viena durante la ocupación y se perdieron para siempre. Las exposiciones actuales muestran fotografías en blanco y negro de Filosofía, Medicina y Jurisprudencia como vergonzosa prueba de su existencia. Habían sido depositados en un castillo fronterizo durante la Segunda Guerra mundial y en 1945 las tropas alemanas en retirada quemaron la fortaleza con las obras dentro. Esa noche las llamas iluminaron por última vez los colores de las obras maestras de Klimt, impidiendo su regreso a la ciudad que las había repudiado. Seguro que la Nuda veritas, esa diosa de la verdad a la que tantas veces se encomendó el pintor, tuvo algo que ver.


Las Vírgenes
Rafael De Las Cuevas







No os voy a relatar aquí la vida y milagros de Emilie, pero sí os daré un par de pinceladas: cuando ella era todavía pequeña, su hermana se casó con el hermano de Klimt, Ernst. Desde ese momento, entre el pintor y la pequeña se estableció una relación que culminó en amor. Pese a convertirse, ante todo el mundo, en la mujer de Klimt, éstos nunca se casaron, y Emilie tuvo que “ver” desfilar por la cama del pintor a más de una y de dos señoras, señoritas y mujerzuelas de la Viena de finales del XIX. Tras triunfar con su taller de moda (junto a su hermana y su sobrina, también sobrina del propio Klimt), tuvo que refugiarse en el campo ante la ocupación nazi, y cuentan que murió todavía enamorada de quien nunca la desposó.


Emilie Flöge se inició en la costura en 1895 con su hermana mayor, Pauline, quien abrió una escuela de costura donde Emilie trabajaría. En 1899 las hermanas ganaron un concurso de costura y aceptaron como pedido la confección de un vestido de batista para una exposición.
Más tarde, Emilie se convirtió en diseñadora de modas y fue a partir de 1904 cuando comenzó a tener éxito, junto a su hermana Helene, como empresaria, con la apertura del salón de alta costura vienés Schwestern Flöge (Hermanas Flöge) ubicado en la Mariahilfer Straße (una de las calles comerciantes más importantes de la ciudad). En este salón, diseñado por el arquitecto Josef Hoffmann siguiendo el estilo modernista, Emilie presentaba colecciones de moda muy del gusto de la Wiener Werkstätte. En sus viajes a Londres y a París, se informaba de las últimas tendencias de moda acercándose a Coco Chanel o a Christian Dior. Llegó a tener hasta ochenta costureras en los periodos de más demanda.
Emilie Flöge fue una personalidad fascinante perteneciente a la bohemia vienesa y a la sociedad de finales del siglo XIX. Fue pareja del pintor Gustav Klimt, cuñado de su hermana Helene e invitado frecuente en casa de sus padres; él pintó varios retratos suyos a partir de 1891. Algunos expertos piensan que en El Beso, su cuadro más famoso, Klimt se representa a sí mismo junto a Emilie Flöge.
Tras la muerte de Klimt hubo 14 demandas de pensiones alimenticias. Sólo tres de esos posibles 14 hijos fueron reconocidos. Uno era hijo de Maria Ucicka, una lavandera de Praga que posó para él. Mizzi Zimmermann era madre de los otros dos.

Zimmermann, bella modelo y amante del artista, inspiró embarazada del segundo hijo que tenía con Klimt el cuadro Hope I (1903). El embarazo, tema tabú durante siglos en la historia del arte, nunca se había retratado con tanto realismo. Mizzi dio a luz ese mismo año a Otto, un niño que murió repentinamente cuando tenía poco más de un año. El dolido padre retrató a su hijo muerto en un boceto y el suceso transformó el cuadro, al que añadió figuras oscuras en el fondo, representativas de la enfermedad y la desgracia, aguardando al retoño.

En febrero de 1918 sufrió un ataque que le paralizó la parte derecha del cuerpo: ya no podía pintar. En el hospital sólo requería la continua presencia de Emilie Flöge y detestaba que cualquier mujer pudiera verlo en un estado tan frágil y deplorable. Ese mismo mes, cuando Viena estaba sumida en una epidemia de gripe, sufrió una neumonía que lo mató.


El Retrato de Adele Bloch-Bauer I es una pintura de Gustav Klimt completada en 1907. De acuerdo con informes periodísticos, fue vendida en 135 millones de dólares a Ronald Lauder, propietario de la Neue Galerie en Nueva York, en junio de 2006, lo que lo convirtió en ese momento en la segunda pintura de mayor valor de todo el mundo. La obra se exhibe en la mencionada galería desde julio de 2006.

Sophie Amalia Maria Potier des Echelles nació el 2 de diciembre de 1873 en la ciudad de Lvov, donde su padre, el general Maximiliam Potier des Echelles, estaba prestando servicio. En 1896 Sonja se casó con el magnate de la industria del metal y de las instituciones de crédito Anton Knips. Vinculada al mundo artístico, admiró el arte moderno, especialmente a Klimt, a Josef Hoffman y a los miembros de los Talleres de Viena, siendo una de las refundadoras de esta institución en 1914. Hoffman fue el encargado de diseñar su apartamento en el número 15 de la Gumpendorferstrasse en 1903. En su salón dispuso uno de los paisajes de Klimt. Hoffman también diseñó su residencia de campo en Seeboden, cerca del lago Millstatt, y la tumba familiar en el cementerio de Hietzing pero el gran diseño del arquitecto secessionista fue la casa familiar del distrito XIX de Viena, construida entre 1924-25; en el centro del salón principal ubicó este retrato que contemplamos mientras que en el salón de mujeres colocó el lienzo de Adán y Eva. Sonja falleció en su residencia de Seeboden el 25 de junio de 1959. En sus documentos, ella se denominaba una "artista" pero no conocemos nada que nos indique que verdaderamente lo fue. Una de sus nietas, Barbara Creagham, manifestó que su matrimonio no fue feliz y que llevó una trágica vida. Sus dos hijos murieron jóvenes y su hermano favorito murió tras caerse de un caballo. Se sintió culpable de estas pérdidas y eso influyó en sus relaciones personales.El retrato pintado por Klimt es considerado como el primero de su nuevo estilo, al trabajar por primera vez en formato cuadrado y abandonar el hiperrealismo de trabajos precedentes como Josef Pembauer. Sonja está sentada en el borde de un sillón blanco y tras ella podemos observar un gran ramo de orquídeas, motivo que se repite en la esquina superior izquierda. Se trata de la única referencia a la naturaleza mostrada en un retrato de Klimt. El fondo se divide en una amplia zona oscura y otra algo más clara, como si se tratara de la zona de tierra del jardín.Sonja viste un elegante traje rosa con cuello alto y volantes en los hombros, amplia falda y estrecha cintura. En la manera de tratar el vestido encontramos una significativa influencia de Whistler mientras que, en la pose, Klimt se inspira en un retrato de Hans Makart, concretamente en el de Charlotte Wolter como Mesalina. La mano izquierda de Sonja se sujeta firmemente al sillón mientras que en la derecha sostiene un libro rojo, identificado con uno de los cuadernos de notas del pintor. Su gesto serio y melancólico es otro de los elementos de referencia del retrato. Dirige su mirada hacia el espectador, recibiendo la luz en sus ojos para resaltar su brillo. El resultado es un trabajo verdaderamente espectacular, con el que Klimt se convertirá en el retratista favorito de las mujeres de la alta clase burguesa de Viena como atestiguan los retratos de Serena Lederer o Adele Bloch-Bauer.

El Retrato de Adele Bloch-Bauer I, también conocida como La dama dorada o La dama de oro,​ es una pintura de Gustav Klimt completada en 1907. De acuerdo con informes periodísticos, fue vendida en 135 millones de dólares a Ronald Lauder, propietario de la Neue Galerie en Nueva York, en junio de 2006, lo que lo convirtió en ese momento en la segunda pintura de mayor valor de todo el mundo. La obra se exhibe en la mencionada galería desde julio de 2006.
A Klimt le llevó tres años completar este retrato, que mide 138 x 138 cm y está hecho con óleo y oro sobre tela marinera, con una ornamentación elaborada y compleja tal como se ve en los trabajos del Jugendstil. Klimt fue miembro de la Secesión vienesa, un grupo de artistas que rompieron con la forma tradicional de pintar. La obra fue realizada en Viena, encargada por Ferdinand Bloch-Bauer.
En el año 2015 se realizó una película de la BBC con Helen Mirren y Ryan Reynolds llamada Woman in Gold, dirigida por Simon Curtis, con guion de Alexi Kaye Campbell y música compuesta por Hans Zimmer y Martin Phipps, que relata precisamente la restitución de esta obra.

$ 87,900,000.  Retrato de Adele Bloch-Bauer II, Gustav Klimt
Adele Bloch-Bauer (1881–1925) fue una refinada vienesa amante del arte, cuya familia era amiga cercana y mecenas de Gustav Klimt.
Adele Bloch-Bauer era la esposa de Ferdinand Bloch-Bauer, un rico industrial del azúcar que patrocinó las artes y en especial a Gustav Klimt. Adele Bloch-Bauer fue la única modelo pintada dos veces por Klimt; ella también aparece en el mucho más famoso Retrato de Adele Bloch-Bauer I. Los retratos de Adele estuvieron en la casa familiar hasta que los nazis los incautaron durante la Segunda Guerra Mundial. La Galería Belvedere de Viena, a donde habían ido a parar estos cuadros, se negó a devolverlos a sus dueños, por ello hubo batallas en tribunales en los Estados Unidos y en Austria (ve República de Austria vs Altmann).
En 2016, mientras el Klimt estaba colgado en las galerías del quinto piso del MoMA, Winfrey fue contactada a través de Geffen por Larry Gagosian, para su venta por 150 millones de dólares; antes de vender la obra a un comprador chino no identificado, durante el verano, Winfrey acordó prestarlo temporalmente a la Neue Galerie para la exhibición “Klimt y las mujeres de la edad dorada de Viena, 1900–1918”, extendida desde el 22 de septiembre de 2016 al 16 de enero de 2017.

El beso, 1907–1908. Cuadro más conocido del pintor. Óleo/lienzo. Österreichische Galerie Belvedere.
Gustav Klimt representa la pareja encerrada en la intimidad, mientras que el resto de la pintura se disuelve en un fondo brillante con un patrón extravagante. El patrón sugiere el estilo del Art Nouveau y las formas orgánicas del movimiento Arts and Crafts contemporáneos. Al mismo tiempo, el fondo evoca el conflicto entre dos y tres dimensiones, intrínsecas a la obra de Degas y otros modernistas. Pinturas como El beso eran manifestaciones visuales del espíritu de "fin-de-siècle" porque capturan una decadencia que transmiten estas opulentas y sensuales imágenes.4​ El uso de la hoja de oro hace recordar las pinturas medievales de "oro molido", manuscritos iluminados, mosaicos anteriores y los patrones en espiral en la ropa hacen recordar el arte de la Edad de Bronce, así también los zarcillos decorativos vistos en el arte occidental desde antes de la época clásica. La cabeza del hombre termina muy cerca de la parte superior del lienzo, un alejamiento de los cánones occidentales tradicionales que refleja la influencia de la estampa japonesa, al igual que la composición muy simplificada.
El uso por Klimt de la hoja de oro se inspiró en un viaje que había hecho a Italia en 1903. Cuando visitó Rávena vio los mosaicos bizantinos de la iglesia de San Vital. Para Klimt la planitud de los mosaicos, su falta de perspectiva y profundidad sólo mejoraban el brillo del oro, y él comenzó a hacer un uso sin precedentes de la hoja de oro y plata en su propia obra

Retrato de Margaret Stonborough-Wittgenstein
 180 x 90 cm (1905) Neue Pinakothek, Múnich.
Margarethe Anna Maria Stonborough-Wittgenstein nació el 19 de septiembre de 1882. Era la hija menor del magnate del acero Karl Wittgenstein, de familia protestante y judía pero que, por consejo de su esposa Leopoldine, había educado a sus hijos como católicos. De los ocho hijos que tuvo Karl, tres se suicidaron, lo que se ha atribuido al carácter dominante del padre. Margarethe estuvo especialmente unida a su hermano, el filósofo Ludwing Wittgenstein. Tras su matrimonio -el 5 de enero de 1905- con el hijo de un rico propietario neoyorquino llamado Jerome Stonborough, Margarethe cambió su nombre por Margaret. La pareja se trasladó a Berlín pero se separó en 1923, manteniendo un amistoso contacto. Margaret regresó a Viena donde murió el 27 de septiembre de 1958.Klimt empezó los bocetos preliminares del cuadro en 1904 y permitió a su cliente que contemplara el resultado, negándose a recibir los 5.000 florines que le correspondían hasta no finalizar el trabajo.
Su gesto distante, abstraído y frío no parece corresponder con su personalidad, una mujer de carácter que no tenía inconveniente con romper las reglas establecidas, interesándose por las matemáticas, la filosofía, las ciencias, la literatura y el arte. Resultan por lo tanto lógico que no fuera de su agrado el retrato donde se muestra como una elegante y fría dama de la sociedad vienesa de su tiempo.En el fondo de la tela encontramos importantes novedades; el organicismo de la ornamentación del retrato de Emile Flöge deja paso a elementos geométricos en los que se pierde la perspectiva. La zona verde de limita por una banda negra en la que observamos cuadros plateados mientras que la pared grisácea se interrumpe por un zócalo blanco con dos placas de tonalidades cobrizas a los lados. Esta pared ante la que se recorta la figura es un claro ejemplo de la relación de Klimt con los Talleres de Viena en los que predominaban las formas geométricas. Este geometrismo pronto dejará paso a la composición caleidoscópica de los años finales.

Mäda Primavesi. 1912. Óleo s/lienzo.150 × 110 cm. Metropolitan Museum of Art, Nueva York.
Mäda Gertrude Primavesi nació en Olmütz el 22 de diciembre de 1903. Realizó estudios de enfermería y en 1945 emigró a Canadá, donde fundó un hogar de niños convalecientes en Montreal, convirtiéndose en su directora. Sin embargo, ella siempre mantuvo contacto con Viena. Cuando abandonó Austria llevó consigo el retrato que Klimt había pintado de su madre hasta que lo vendió en 1987. Mäda falleció el 25 de mayo de 2000, privándonos no sólo del último modelo superviviente del pintor sino de una de las últimas fuentes para conocer la personalidad del artista.La familia del banquero Otto Primavesi sintió una especial admiración por la pintura de Klimt. El artista visitaba con frecuencia la residencia de los Primavesi en Olmutz (Moravia). Con ciertas dificultades, el maestro acabó este retrato de Mäda justo a tiempo para la Navidad de 1913, siendo exhibido públicamente por primera vez al año siguiente, en Roma. Tras la ruina de la familia, el lienzo fue posiblemente vendido en los últimos años de la década de 1920.Klimt nos presenta a la niña de nueve años en pie, vistiendo un vaporoso traje blanco que sobrepasa sus rodillas, adornado con una cenefa de flores a la altura del pecho. Medias, zapatos y lazo del mismo color son los complementos que nos muestra el pintor con perfecta maestría, relacionándose con los retratos de Whistler. Tras ella, y a modo de la estampa japonesa, podemos observar dos zonas de color para representar la estancia. La pared se pinta de rosa con flores de colores que parecen presentar relieve mientras que el suelo se cubre con una alfombra con motivos animales y florales, también en sintonía con el arte japonés, como habían hecho Monet y Van Gogh. El decorativismo de otras obras de este momento -La Virgen o La Bailarina- se ve limitado para presentarnos a Mäda a la manera de una adulta, interesándose el pintor por el contraste cromático, en sintonía con los artistas fauvistas. La mirada inteligente y desafiante de la joven se convierte también en uno de los elementos más importantes del retrato.


Frida Riedler era una de las damas más interesantes de la sociedad vienesa de fin-de-siecle. Friederike Langer nació en Berlín el 9 de septiembre de 1860, casó con el prestigioso doctor en ingeniería Aloys Riedler, diez años mayor que ella. Klimt realizó este excelente retrato hacia 1906, tomando como referencia los retratos de las infantas españolas pintados por Velázquez que el Kunsthistorisches Museum de Viena conserva, retratos que fueron copiados por el joven artista en sus años de aprendizaje. El maestro sevillano será uno de sus favoritos, llegando a decir Klimt que sólo había dos pintores: Velázquez y él mismo. Además en aquellos momentos Velázquez estaba de moda como se manifiesta en la pantomima "El cumpleaños de la infanta" escrita por Oscar Wilde con música de Franz Schreker, interpretada en 1908. Incluso el amigo y colaborador de Klimt, Franz Matsch realizó un retrato de su hija Hilde inspirado en el maestro sevillano.La influencia velazqueña la podemos encontrar en la erguida posición de la dama y en el tocado, un sombrero en abanico que recuerda la moda del Barroco español. Frida se sienta en un decorativista sillón, dejando sus manos en el regazo, inmóviles, dirigiendo su inteligente mirada al espectador. El vaporoso vestido blanco cae hacia el suelo organizando una diagonal, ocultando cualquier referencia anatómica a excepción de los brazos, y eso que, curiosamente, y como habían hecho Ingres y Degas, los primeros bocetos representan a la modelo desnuda. La figura se recorta ante un fondo rojo que contrasta con la tonalidad del traje, un fondo plano en el que apreciamos teselas, elementos decorativistas que serán muy del gusto del maestro. La expresión del gesto de la modelo será uno de los elementos cautivadores del retrato, cargando de fuerza la tela, e incluso para algunos especialistas dotando de erotismo a la imagen.Frida Riedler falleció en su casa el 8 de abril de 1927.

Este lienzo fue exhibido por primera vez en Venecia, junto a la Judith II, en una sala especial dedicada a Klimt. Mientras la Judith fue adquirida por el Estado italiano, este retrato regresó a Viena para quedar bajo la custodia de H.O. Miethke, el agente exclusivo del pintor. Tres años después fue vendido a Rudolf Khaler en 5.000 coronas de las que Klimt recibió 4.000.La mujer está sentada en una posición de espera; se trata de el ideal femenino de Klimt: complexión delgada, rostro atractivo, ojos oscuros, prominentes cejas, marcados, labios rojos. Viste una ajustada chaqueta blanca y cubre el cuello con una larga estola, destacando el gran sombrero negro que adorna su cabeza. El brazo derecho sujeta la cabeza y sobresale del plano principal, otorgando algo de perspectiva a una obra caracterizada por la planitud. La expresión del rostro y la actitud de la mujer están directamente relacionadas con la Mujer con sombrero y boa.Estilísticamente, nos encontramos ante una obra marcada por la influencia de Toulouse-Lautrec, manifestando el maestro austriaco deseos de captar en sus obras la otra cara de la gran ciudad, abandonando la etapa dorada para evitar caer en la estilización. Sin embargo, pronto cambiará su estilo para interesarse por el color y el movimiento, entrando en la llamada época caleidoscópica.

Uno de los retratos más exóticos y atractivos de Klimt es el de la baronesa Elisabeth Bachofen-Echt, cargado de belleza, elegancia y frescura a la figura. El retrato fue encargado por Serena y August Lederer, los padres de la joven, en 1914 y Klimt lo acabó dos años después, recibiendo 35.000 coronas.Elisabeth Franziska Lederer nació en Viena el 20 de enero de 1894. Pronto manifestó dotes artísticas y a los doce años recibió clases del escultor Heinrich Zita, continuando sus estudios con Michael Powolny y Theresa Fjodorowna Ries. El 16 de julio de 1921 abandonó la Comunidad Israelí e ingresa en la Iglesia Protestante Helvética de Viena, casándose al día siguiente con el barón Wolfgang Freiherr von Bachofen-Echt, miembro de una breve dinastía del mismo nombre. En 1934 tendrán un hijo que murió trágicamente el 5 de julio de 1938. Ese mismo año, Elisabeth se divorció de su marido. Temerosa de la política desarrollada por el régimen nazi, consiguió un certificado de "sangre germana" como miembro de la familia de Klimt. La baronesa pudo vivir en relativa seguridad y falleció en Viena el 14 de octubre de 1944, siendo enterrada en el cementerio de Hietzing.De la misma manera que habían hecho buena parte de los impresionistas y neo-impresionistas -Van Gogh, Manet, Monet- Klimt también sintió admiración por el arte oriental tal y como podemos observar en la decoración del fondo del retrato, animado con figuras japonesas tomadas de las estampas. Elisabeth aparece de pie, vistiendo un elegante traje blanco que ha sido interpretado como un vestido de novia. Tras ella observamos un indefinido triángulo compuesto por elementos decorativos que se organizan a modo de puzzle, reforzando la línea sinuosa que domina el conjunto. El suelo presenta incrustaciones y diversos elementos geométricos dispuestos de manera simétrica, sintonizando así con los trabajos de los Talleres de Viena a los que Klimt estaba muy vinculado, colaborando con Josef Hoffmann en el Palacio Stoclet.La ornamentación y el brillante colorido se convierten en las características principales de este retrato, uno de los más atractivos de la última etapa del maestro.

El árbol de la vida, Gustav Klimt
Se trata de una de las obras más conocidas, y a la vez menos vistas,  de Gustav Klimt (1862 – 1918). 
La obra se halla en Bruselas en el Palacio Stoclet que es propiedad particular y no está abierto al público, pese a ser, desde 2009,  Patrimonio de la Humanidad según la Unesco.
Aldolphe Stoclet, un rico ingeniero y banquero belga,  y su esposa estuvieron en Viena de 1902 a 1904. En uno de sus paseos quedaron maravillados por la villa del pintor Carl Moll obra del arquitecto Joseff Hoffman. Por cierto, en el jardín de esta casa se conocieron Alma y Gustav Mahler. Ella era hijastra de Moll, pero esta es otra historia.
Los acaudalados Stoclet encargaron a Joseff Hoffman el diseño y construcción de su palacio en Bruselas sin límite de presupuesto y éste fue construido entre 1905 y 1911., eran aficionados al arte y tenían una importante colección de arte asiático, egipcio y de primitivos italianos.




El trabajo de Hoffman no se limitó al exterior sino que también se hizo cargo de la decoración interior.


El gran piano de la sala de música fue diseñado por el propio Hoffman.
Hoffman encargó a Gustav Kilmt la decoración de las paredes.
Realizó dos grandes murales enfrentados que representan El árbol de la vida.


El Mural presenta tres partes diferenciadas. A la izquierda, una mujer que parece simbolizar la espera o el anhelo. 
Misteriosa, mira hace la derecha, su postura recuerda al arte egipcio y su largo traje realizado con triángulos también recuerda a las pirámides.


En el abrazo de El árbol de la vida el hombre está completamente de espaldas, sólo se ve el rostro de la mujer y ésta se mantiene de pie. En la túnica del hombre pueden verse numerosos ojos,  un pez y un ave a los que se ha dado significados diversos, casi siempre relacionados con la antigua religión egipcia o el cristianismo.
Y en medio y, a la vez, abarcándolo todo y uniendo la espera y el abrazo, el árbol de la vida.

Oskar Kokoschka
(Pöchlarn, 1886 - Montreux, 1980) Pintor expresionista y escritor austriaco. Aunque nació en Pöchlam, su familia se trasladó a Viena, donde transcurrieron su infancia y sus años de juventud y de formación.


Después de cursar estudios en la Escuela de Artes Aplicadas de Viena, donde realizó sus primeros retratos al óleo, Kokoschka pintó una serie de retratos expresionistas e inició una intensa actividad pedagógica. En 1912 su obra empezaba ya a ser conocida fuera de su país.
Durante la I Guerra Mundial fue herido gravemente en el frente del Este. Consagrado luego plenamente a la pintura, viajó por numerosos países y, tras contraer matrimonio con Olda Palkovska (1941), adquirió la nacionalidad británica (1947), si bien en 1975 recuperó la ciudadanía austríaca. Murió en Montreux, Suiza, el 22 de febrero de 1980.

Poster para la Kunstschau. Oskar Kokoschka (1908)

Su obra se sitúa inicialmente bajo la influencia del Jugendstil y, de forma muy directa, del pintor y decorador austríaco Gustav Klimt. Se unió al grupo Die Brücke y participó como ilustrador en la revista "Der Sturm". Entre sus obras destacan Retrato de Adolf Loos (1909), La novia del viento (1914), El torbellino (1917) y El poder de la música (1919), además de retratos de numerosos artistas, intelectuales y personalidades de la alta sociedad. Después de 1945, su pintura mostró los horrores de la guerra.

'Doble retrato de Georg Heise y Hans Mardersteig'
Kokoschka, que es uno de los grandes representantes de la pintura expresionista contemporánea, fue también autor dramático (Asesino, esperanza de las mujeres, 1910; La esfinge y el espantapájaros, 1917) y publicó sus memorias con el título Mi vida.


Venecia
Florencia, vista desde la Torre Mannelli, 1948

Alma Mahler 
Fue una vienesa impresionantemente bella e inteligente, cuyo nombre de soltera era Alma Marie Schindler y vivió de 1879 a 1964. Dedicaba su tiempo a componer música y a rodearse de los mayores intelectuales y artistas de Viena, pero sobretodo fue conocida por sus matrimonios con grandes artistas: el compositor Gustav Mahler, el arquitecto Walter Gropius y el novelista Franz Werfel y por sus amantes, tales como los pintores Gustav Klimt u Oskar Kokoschka, entre otros.


Mahler se crió en un ambiente artístico, ya que su padre era pintor, así que siempre se sintió como pez en el agua rodeada de pintores, escritores, directores de teatro, escultores…
En este ambiente conoció al compositor y director de orquesta Gustav Mahler y se casó con él en 1902, a pesar de que fuera 20 años mayor que ella.
Tuvieron dos hijas, María y Ana, pero María murió a causa de la difteria y Alma se refugió en los brazos del arquitecto Walter Gropius (el creador de la Bauhaus) para paliar su dolor. Gustav Mahler murió de pena por haber perdido a su hija mayor y a su esposa y Alma, ya viuda, rompió con Gropius y tuvo relaciones tortuosas con el biólogo y compositor vienés Paul Kammerer, con el pintor Oskar Kokoschka (el cual quedó tan destrozado tras la ruptura que mandó hacer una muñeca con la cara y el cuerpo de Alma a tamaño real), el compositor Alban Berg, el poeta Franz Werfel y un largo etcétera.

Oskar y Alma Mahler 1912-13

La It girl Podría decirse que Mahler fue una de las primeras It gilrs, es decir, fue una mujer joven y atractiva que recibió una intensa cobertura mediática sin relación o desproporcional a los logros personales. Ella componía, sí, pero no se dedicó con pasión a ello. Alma fue una mujer a la que le gustaba estar rodeada de arte y de artistas y fue la musa de muchos de ellos. Tanto es así, que es la protagonista de El beso de Klimt y de La novia del viento de Kokoschka, dos de los cuadros más importantes de la historia del arte.

(1886-1980)-la novia del viento (o la tempestad) óleo sobre lienzo-180,4cm x 220,2 cm-kunstmuseum basilea